Olé a mis amigos-alumnos por cada tarde de clase!

Enseñar una lengua es como hacer de guía en un territorio inexplorado.
En ese recorrido lo esencial no es enseñarlo todo, sino simplemente educar la mirada para volverla limpia, nueva , entusiasta, como en el primer día de la creación.
Las palabras, las estructuras linguísticas son el reflejo de un punto de vista, de una perspectiva con la que cada lengua aporta su riqueza a la visión múltiple de nuestra humanidad global.

Reducir una lengua sólo a la gramática, al vocabulario, a la pronunciación es como limitar una obra de arte a la explicación de las técnicas que utilizó el pintor.

En ese recorrido por el continente HISPANIA vosotros sois los valientes exploradores, sin miedo a equivocaros de camino porque lleváis mapas, bebida, comida para resistir … y sobre todo vais en grupo y os animais mutuamente a salvar los obstáculos. Cuando uno está cansado, sabe que los compañeros le llevarán la mochila y le animarán a seguir.

Aprender una lengua es como aprender a vivir. Mejor hacerlo con ganas, alegría, respeto, camaradería y entusiasmo, poniendo alas a nuestro aprendizaje. Para que el camino se haga más ligero. Porque cada compañero de clase es también una región inexplorada y el mejor camino es el que vamos recorriendo por dentro, juntos ….

Como dice Pau Dones, el cantante de Jarabe de Palo : « Yo pienso positivo porque estoy vivo »

Sí, vivir y aprender es lo mejor que puede pasarnos…

Ole por cada clase, por todo lo que compartimos, por vuestra paciencia, por el brillo en vuestras miradas, por el entusiasmo con el que respondéis siempre a mis continuas invenciones, por vuestras comidas y elixires terrenales que me sustentan semana tras semana, por vuestros mensajes de cariño… por toda esa infinidad de detalles que hacen que la vida ya no sea algo rutinario y aburrido sino una obra de arte que creamos juntos cada día