sábado, 20 de febrero de 2010

Literatura para vivir con intensidad

Se terminan las vacaciones de Carnaval.
En la antigua Roma la celebración de la llegada de la primavera coincidía con la venida del dios de la vegetación, deidad que estaba asociada a los periodos agrícolas y a la sexualidad. Baco venia del mar y llegaba montado en un carro alegórico que se parecía a un navío. A esta festividad se le conocía como carrus navalis, y mas tarde esta palabra se convertiría en carnaval. En la Edad Media la fiesta se cristianizó.
La festividad de San Valentin también sustituyo a otra festividad de origen pagano. Entre las celebraciones mas atractivas de Roma, estaba la "Lupercalia", que se festejaba el 15 de febrero, en honor a Lupercus, divinidad con figura de cabra y simbolo de la potencia sexual. Durante la fiesta se introducian en una caja prendas femeninas para que los muchachos sacaran la ropa de quien sería su compañera de diversión durante el año. Esto convirtió a Lupercus en “el patrón de los enamorados”.
Todas estas fiestas nos indican que el invierno, poco a poco, va llegando a su fin.Es la celebración del ciclo de la vida. El regreso de la luz. Pronto, las primeras flores del jardín nos aportarán la prueba irrefutable de que nada esta definitivamente perdido. Los árboles nos sorprenderán con arcoiris imprevistos prendidos de sus ramas. Volveremos a ilusionarnos con las cosechas de los corazones y de la tierra. Y la literatura nos seguira ofreciendo caminos para intensificar lo vivido, para fertilizar los cultivos, para regar la tierra de lo humano.
Os propongo una secuencia para celebrar la llegada de la primavera en nuestras clases.

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