Los Premios Príncipe de Asturias, creados en 1981, se entregan anualmente en Oviedo, capital del Principado de Asturias, y constituyen un evento académico de primer orden , no sólo por la categoría de los premiados sino por la composición de los jurados.
El Jurado ha destacado la labor que Maalouf ha realizado con su obra para trazar "una línea propia hacia la tolerancia y la reconciliación" y "un puente que ahonda en las raíces comunes de los pueblos y las culturas", frente "a la desesperanza, la resignación o el victimismo".
Maalouf (Beirut, 1949), narrador y ensayista, residente en París desde 1976, está considerado una de las voces más importantes de la literatura árabe y gran defensor de la diversidad cultural y de los valores universales frente al fanatismo.
Amin Maalouf es un "optimista inquieto" al que le interesa "contar la historia desde el lado de los perdedores" con el convencimiento de que la realidad no es inmutable y de que basta con imaginar el mundo de otra manera para reinventarlo.
"Intento comprender la realidad sinceramente, sin ponerme orejeras para escuchar sólo lo que quiero oír. Una vez que hago el diagnóstico me digo que la realidad no es inmutable y que hay que transformarla, imaginar el mundo de otra manera y eventualmente reinventarlo", explicó el literato en una entrevista con Efe.
La literatura "puede ser una herramienta de paz porque puede imaginar un mundo diferente. Tenemos que reinventar el mundo. La literatura tiene la obligación de hacerlo, en todas las lenguas", asegura alguien que cree plenamente en que conocer la cultura y la literatura de otros pueblos allana el camino para la convivencia. "Vivimos en un mundo en el que la gente se acuchilla sin conocerse. Necesitamos conocernos mucho más. Cuando conocemos la literatura de otros, no podemos seguir mirando a ese pueblo de la misma manera", reflexiona un escritor que creció en un entorno árabe-musulmán y que se educó en un colegio jesuita donde aprendió francés, el idioma en el que escribe.
En 1999, publicó Identidades asesinas, un ensayo de denuncia de la locura que incita a matar en nombre de una lengua, etnia o religión y, con su siguiente novela, El viaje de Baldassare (2000), volvió a situar al protagonista en una encrucijada de culturas y experiencias entre Líbano y el Londres de 1666.
Entre sus últimos trabajos figura El desajuste del mundo, un ensayo en el que aboga por la universalidad de los valores y el respeto a la diversidad de las culturas.
http://www.noticiasdenavarra.com/2010/06/10/ocio-y-cultura/cultura/amin-maalouf-es-interesante-contar-la-historia-desde-el-
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