El ladrón se llevó un portátil con escaso valor mercantil – se lo compré de ocasión en 2005 a un amigo – y con una gran carga afectiva. Un año, para San Valentín, le puse sobre el teclado una hermosa rosa roja. Me hizo muchísima compañía en tiempos de soledad.
Mi ordenador portátil se ha ido cuando ya empezaba a ser viejecito: problemas de conexión eléctrica, batería defectuosa… Todos me decían que cambiara y yo me resistía a hacerlo por fidelidad al compañero que siempre había estado en su lugar, a mi lado, para ayudarme a crear y a comunicar.
¿Qué segunda vida podrán darle en su senectud? ¿Seguirá poniendo con cariño su nuevo disco duro, su memoria y su teclado a la caricia de otras mentes, de otras manos? ¿Encontrará otra soledad que acompañar? ¿Será feliz como lo fue conmigo?
Por curiosas leyes de la física invisible del universo, el disco duro exterior donde había grabado todos mis ficheros se encuentra actualmente en paradero desconocido.
El choque, pues, ha sido doble: la pérdida del amigo y de lo creado con mucho tiempo y esfuerzo.
Tras dos días de oscuridad vacilante, con el alma apaleada por la pena de las pérdidas, la luz ha vuelto a entrar a raudales con el relámpago de una revelación . Porque lo mejor que he creado siempre lo he compartido con alguien. El buzón de mi correo electrónico guarda como un tesoro todos los mensajes - con sus ficheros adjuntos - enviados desde 2007. Y sin contar con todo lo que he publicado en este blog desde noviembre.
¿Qué conclusión podemos sacar de esta lección de vida? Acaso que compartir sea el mejor seguro contra el robo. Peligroso – quizás - para las leyes del capital.
La generosidad de los que me quieren – y que compensa el mal que hizo el que me robó - hace que ya tenga un nuevo ordenador para seguir leyendo, escribiendo, recopilando como una hormiguita, trabajando.
Y mi ordenador: ¿le llevarán a un hospital para hacerle la cirugía interna? ¿viajará a otro continente, como nuestros móviles usados? ¿Emigrará a África? ¿Seguirá ayudándole a alguien a vivir y compartir?
Larga nueva vida a mi portátil.
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