jueves, 6 de octubre de 2011

Es bueno recordarlo…


"¿Que hay en una estrella?

Nosotros mismos.

Todos los elementos de nuestro cuerpo

y del planeta

estuvieron en las entrañas

de una estrella.

Somos polvo de estrellas."


Ernesto Cardenal, Cántico Cósmico


Acabo de enterarme de la muerte de uno de mis antiguos alumnos de la tarde, José, conocido cariñosamente en el grupo como “Miquelón”.

Pensando en los buenos momentos pasados juntos, en las fiestas, las pausas y las cenas en su casa y en la escuela primaria de la que era director, me ha venido a la mente esta canción preciosa de Jorge Drexler. Te la dedico, José: has sido, eres y seguirás siendo “polvo de estrellas”



Vale

Una vida lo que un sol

Una vida lo que un sol

Vale

Se aprende en la cuna,

se aprende en la cama,

se aprende en la puerta de un hospital.

Se aprende de golpe,

se aprende de a poco

y a veces se aprende recién al final

Toda la gloria es nada

Toda vida es sagrada

Una estrellita de nada

en la periferia

de una galaxia menor.

Una, entre tantos millones

y un grano de polvo girando a su alrededor

No dejaremos huella,

sólo polvo de estrellas.

Vale

Una vida lo que un sol

Una vida lo que un sol

Vale

Se aprende en la escuela,

se olvida en la guerra,

un hijo te vuelve a enseñar.

Está en el espejo,

está en las trincheras,

parece que nadie parece notar

Toda victoria es nada,

Toda vida es sagrada.

Un enjambre de moléculas

puestas de acuerdo

de forma provisional.

Un animal prodigioso

con la delirante obsesión de querer perdurar.

No dejaremos huella,

sólo polvo de estrellas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Un homenaje muy bonito y profundo !