¿Es posible contar una historia en solo unas pocas palabras? ¿Y si, además, esa historia nos hace pensar, reír o emocionarnos? Esta pregunta fue el punto de partida de esta propuesta literaria para disfrutar del poder de la palabra breve.
Durante las primeras sesiones, exploramos el género del microrrelato leyendo textos de autores. A través de actividades en pareja los estudiantes se familiarizarán con las estrategias del género: el giro final, la elipsis, la metáfora inesperada, el doble sentido del título…
Inspirándonos en microrrelatos veraniegos escritos por lectores del periódico El País, lanzamos el gran reto: escribir un microrrelato de un máximo de 50 palabras que capture una emoción, una experiencia o un recuerdo del verano.
Cada texto debe integrar al menos tres palabras nuevas aprendidas durante la secuencia, sorprender al lector y contar con un título cargado de sentido o ironía.
Y como broche final organizaremos una exposición con todos los microrrelatos grabados e ilustrados en los pasillos de la escuela.
Un verano en miniatura es una forma divertida, intensa y significativa de practicar la lectura, la escritura, la expresión oral y la creatividad hablando del verano.
Porque a veces, menos es más… y lo pequeño también puede ser inolvidable.
En este enlace podéis descargar la secuencia