martes, 1 de diciembre de 2009
Elogio de la luz
Nos hace falta y nos falta, ahora.
Con el agua tienen en común la capacidad de volvernos ligeros
y de hacernos la vida más llevadera.
Saca nuestro mejor yo.
En su ausencia nos volvemos de color tristegris.
Su reflejo esculpe arcoiris en el alma y sombras en el paisaje.
Es el regalo de Navidad del invierno.
Su compañero sentimental
se llama Oscuridad.
Alegría es la primera palabra de su alfabeto.
Con su presencia
hace festivos todos los días del calendario.
Ser luz,
dar luz,
dar a luz.
Simplemente
no ser opaco.
No resistirse a la luz
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