
Me gusta crear, y lo que me gusta sobre todo es imaginar cosas y confrontarlas a la realidad de mis clases. Publicar mis secuencias didácticas en el blog me obliga a pensarlo todo con más rigor : todos, pues, salimos ganando.
¿Qué es lo que falta para que se trate realmente de enseñanza colaborativa y no solo de unas piedrecitas en el agua que yo lanzo al océano de ELE sin tener muchos ecos de lo que pasa en las clases de mis profesores lectores?
¿A lo mejor empezar yo, como sugería Manuel en su comentario? En el blog hay una sección titulada “Los alumnos tienen la palabra” en las que pongo algunas de sus producciones.Os interesa a todos este aspecto de comentar las reacciones de los alumnos?
Lo que a mi me gustaría es que, si utilizáis las secuencias en clase, hicierais algún comentario rápido de lo que ha funcionado, de lo que no, y, lo mejor de todo, alguna pista para mejorarla. Así, todos aprendemos de todos con la experiencia docente de cada uno.
Porque si no, a lo mejor este inmenso océano en el que me muevo se puede convertir un día en una pecera y yo descubrirme como un pez tontito que se esta mordiendo la cola.