martes, 14 de junio de 2011

Retales de vida


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Retales de vida


Mi madre era modista. Dejó su trabajo cuando se casó y desde entonces solo cosió para casa. Recuerdo los vestidos tan bonitos que me hacía con los retales rebuscados durante las rebajas con una energía que a mi me parecía entonces arrolladora.

Cuando miro hacia atrás, esta visión de mi niñez se refleja en la intuición de mi conciencia y me revela una perfecta metáfora de mi vida. Trozos de telas de colores, tamaños y texturas diferentes, cada uno hermoso pero aparentemente sin ninguna relación entre ellos, que he ido adquiriendo en ese gran rastro globalizado que es la vida.

“Retal: pedazo sobrante de una tela”, define el diccionario.

Retazos que se quedaron sin dueño, desechados por la dictadura de las mediciones, huérfanos de la madre tela a la que pertenecían, islotes pobres abandonados en un mar de tejidos poderosos. Humildes recortes de lino, algodón, seda, nylon, terciopelo, gasa, encaje, gabardina, muselina y tul con los que mi madre confeccionaba obras maestras para su más preciado maniquí: una niña y adolescente gordita que tampoco poseía, como los retales, las medidas ideales para la confección.

Mi madre lo aprovechaba todo: con los retales de mis modelos cosía la ropa para la corte de muñecas que residía en mi cuarto. Recuerdo la mágica emoción de las mañanas de Reyes, el deslumbramiento maravillado que sentía ante la visión de mis nuevas compañeras de juegos con sus vestiditos recién salidos del taller esperándome sonrientes con los brazos abiertos.

Hasta hoy no había valorado la herencia que me ha dejado y que ha determinado las grandes líneas del patrón con el que he ido confeccionando mi propia vida: esa gran capacidad de improvisar y sacarle partido a una realidad que muchas veces no tiene las medidas de lo previsto. Imaginar e inventar, - a partir del pobre material que está en nuestras manos – , nuevos modelos que sorprendan, de los que nos sintamos orgullosos y que hagan soñar.


5 comentarios:

Matilde dijo...

¡preciosa metáfora de tu vida y de la de tantas mujeres!

Pilar dijo...

Gracias, Amiga, por confirmar mis sentidas intuiciones!

Carmen dijo...

De la belleza del collage, de la sensibilidad del uso creativo de los retales, de la armonía que surge al unir elementos dispares. De la ternura y calidez del ensamblaje. Me emociona. Sigo tu blog desde hace unos meses. No es más que un reflejo de todo eso. Gracias por compartirlo.

Pilar dijo...

Gracias, Carmen, por leerme, por decirme que me lees, por apreciarlo, por entender lo que hoy me siento ser: una aprendiz de modista que trata de confeccionar trajes de fiesta con los retales dispares que va encontrando.

Maria juana clandestina dijo...

una obra de arte "humble" et pourtant fantastique .Loin des clichés de mode, juste la fantaisie du moment avec les moyens du bord et l'envie de bien faire... la créativité et le temps passé sans compter, qui donne la valeur réelle à un travail, à un tissu construit. Eso le he encontrado tambien en tus cursos cuando le seguie Pili, una parte de tu manera d'estar que te relie a tu madre.. Otra cosa: me parece tiempo para mi de volver a tu curso d espanol para vivir nuevas aventuras